Según ONU Medio Ambiente, los costes de adaptación al cambio climático podrían oscilar entre 280 500 millones y 2050 XNUMX millones de dólares para XNUMX.
La infraestructura resiliente al clima juega un papel importante en el proceso del plan nacional de adaptación (PAN). Los países no pueden depender únicamente de los recursos públicos para implementar estos proyectos y deben encontrar formas de acceder a fuentes privadas de capital. Las asociaciones público-privadas (APP) son un enfoque innovador para este desafío que muchos gobiernos están utilizando para trabajar con el sector privado para financiar la infraestructura que necesitan para adaptarse al cambio climático.
Sin embargo, existen muchos conceptos erróneos comunes sobre las APP. Estos son algunos de los factores que afectan cómo se deben y no se deben usar los PPP.
¿Qué es una APP?
Las APP son definido por el Banco Mundial como "un contrato a largo plazo entre una parte privada y una entidad gubernamental para proporcionar un bien o servicio público, en el que la parte privada asume un riesgo significativo y una responsabilidad de gestión, y la remuneración está vinculada al desempeño.“Debido a este vínculo entre la remuneración de la parte privada y el éxito del proyecto, se pueden lograr importantes ganancias de eficiencia a través de la innovación en el diseño, financiamiento, construcción, operación y mantenimiento de un activo.
Las APP deben brindar eficiencia, no solo para llenar las brechas de financiamiento.
Los países en desarrollo suelen estar interesados en las APP cuando carecen de los recursos suficientes para implementar la infraestructura esencial. Sin embargo, la razón principal para explorar la opción de APP debe ser el aumento de la eficiencia resultante de la participación del sector privado en las diferentes fases del proyecto.
Los riesgos deben distribuirse cuidadosamente entre los socios públicos y privados.
Otra propuesta de valor de las APP es que pueden crear “valor por dinero” a través de la asignación óptima de riesgos entre la parte pública y privada. La implementación de proyectos de infraestructura implica una amplia gama de riesgos del proyecto (incluidos los de construcción, operativos, de ingresos, financieros, legales y políticos), que deben evaluarse cuidadosamente y asignarse a la parte que esté mejor situada para gestionarlos.
Las APP deben incluir evaluaciones de riesgos climáticos.

La identificación precisa de todos los riesgos materiales es clave para el éxito de las APP. Sin embargo, según nuestra experiencia, los riesgos climáticos aún no se abordan suficientemente en las evaluaciones de riesgos. Esto es especialmente preocupante ya que estos activos de largo plazo están particularmente expuestos a estos riesgos, teniendo un tiempo de operación de hasta 50 años.
Tanto los riesgos físicos (p. ej., cambios en la disponibilidad de agua, temperaturas extremas, aumento del nivel del mar) como los de transición (p. ej., amplios cambios de políticas para abordar la mitigación y adaptación climática) pueden tener un impacto material en la viabilidad financiera de los activos de infraestructura.
Es importante tener en cuenta que las soluciones de infraestructura natural (manglares, árboles al borde de las carreteras, humedales, dunas) podrían ser una forma eficiente de gestionar ciertos riesgos relacionados con el clima para proyectos de infraestructura gris. Estas soluciones basadas en la naturaleza a menudo se pasan por alto durante las fases de planificación y diseño.
Si bien en algunas áreas el caso comercial para la adaptación climática puede ser menos obvio, para la infraestructura, la resiliencia climática tiene sentido financiero, incluso con los mayores gastos de capital involucrados. IISD ha desarrollado el Herramienta de Valoración de Activos Sostenibles (SAVi) a proyectos de infraestructura de prueba de estrés climático mediante la evaluación del impacto financiero de diferentes escenarios climáticos en el activo. Nuestros resultados preliminares sugieren que, de hecho, existe un caso comercial sólido para la resiliencia climática.
Cómo decidir si las APP son adecuadas para sus necesidades de infraestructura resiliente al clima.
Las APP son adecuadas para ofrecer infraestructura resistente al clima. Como para cualquier proyecto, se debe evaluar cuidadosamente si la opción de APP ofrece la mejor relación calidad-precio para los gobiernos y sus contribuyentes (usando un comparador del sector público).
Los compradores deben darse cuenta de que las APP pueden no ser la forma más económica de comprar infraestructura, pero al considerar las ganancias de eficiencia y los riesgos clave asignados a la parte privada, las APP pueden ser la estructura óptima para el proyecto.
Además, es importante tener en cuenta que el éxito de las APP depende de muchos factores, incluida la preparación minuciosa del proyecto, marcos regulatorios y legales sólidos y capacidades relevantes en la agencia de contratación, entre otros.
Las APP no son una solución mágica para abordar las necesidades de infraestructura del mundo, pero pueden ser una herramienta eficaz para entregar ciertos proyectos, incluida la infraestructura resistente al clima, y generar valor por dinero para las partes interesadas.
David Uzsoki es especialista en infraestructura y finanzas sostenibles en el equipo de Finanzas de Infraestructura y Adquisiciones Públicas del IISD dentro del Programa de Leyes y Políticas Económicas. Puede leer la presentación de David de nuestro reciente Foro de temas específicos sobre "Financiamiento de los procesos del PAN" que se llevó a cabo en la Ciudad de México en junio de 2017. Lea más presentaciones de este evento aquí.
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