Por qué es importante el género para una adaptación eficaz al cambio climático

Por Angie Daze

Los impactos del cambio climático ya están afectando la vida de las personas de manera sutil y devastadora.
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La adaptación al cambio climático fomenta comunidades, economías y ecosistemas resilientes al considerar los riesgos climáticos en la toma de decisiones en todos los niveles. Los diferentes orígenes, géneros y realidades socioeconómicas juegan un papel clave en la forma en que las personas experimentan los impactos climáticos. Para que los procesos del Plan Nacional de Adaptación (PNA) sean efectivos, se deben tener en cuenta los siguientes aspectos.

Cómo las personas de diferentes géneros sienten los impactos del cambio climático

El cambio climático afecta a las personas de manera diferente en función de sus roles y responsabilidades, que a menudo se definen por género. Por ejemplo, en el sector agrícola de muchos países, los hombres suelen ser responsables de los cultivos comerciales, mientras que las mujeres pueden ser responsables de los cultivos de subsistencia que alimentan a la familia. Debido a que los choques climáticos afectan a cada uno de manera diferente, sus necesidades de adaptación son diferentes. Por ejemplo, durante una sequía, los hombres deben adaptarse a la pérdida de ingresos, mientras que las mujeres tendrán que hacer frente a una mayor inseguridad alimentaria en el hogar. Además, en muchos contextos, las mujeres y las personas no binarias enfrentan barreras para acceder a recursos y oportunidades. Esto puede resultar en que tengan menos recursos disponibles, lo que hace que sea más difícil administrar los riesgos y responder a las crisis.

Cómo el género se cruza con otros factores que impulsan la discriminación 

Un enfoque interseccional de la adaptación climática reconoce que existen factores más allá del género que pueden resultar en discriminación y exclusión. Al solo mirar el género, existe el riesgo de que mujeres, hombres y personas no binarias sean tratados como grupos homogéneos cuando, en realidad, sus riesgos y necesidades de adaptación no son los mismos. Por ejemplo, una mujer rica que vive en la ciudad tiene una experiencia diferente con el cambio climático que una mujer pobre que vive en un área rural. Un hombre mayor con una discapacidad relacionada con la movilidad no experimenta los impactos del cambio climático de la misma manera que su vecino joven sin discapacidad.  

Los factores transversales, como la edad, la raza, el origen étnico y la orientación sexual, deben tenerse en cuenta en los PAN porque afectan las formas en que las personas son vulnerables al cambio climático y, en consecuencia, sus necesidades de adaptación. Al profundizar en las barreras particulares que enfrentan las personas y observar cómo éstas exacerban su vulnerabilidad al cambio climático, los PAN pueden reducir los riesgos climáticos para las personas más vulnerables al mismo tiempo que abordan las desigualdades sistémicas. 

Cómo se abordan los sesgos y las barreras de género dentro de las instituciones

Dar una mirada crítica a cómo se desarrollan las normas y creencias tradicionales relacionadas con el género en las instituciones es una base esencial para un enfoque sensible al género. Al reconocer y confrontar los sesgos y las barreras relacionados con el género dentro de sus propias instituciones, los tomadores de decisiones pueden dar un paso importante hacia la creación de condiciones para la igualdad de género y la inclusión social en las políticas, programas y servicios que brindan. 

Un enfoque en la alineación y la implementación

A menudo, las brechas que existen no están en las políticas en sí, sino en cómo se interpretan e implementan estas políticas. Un enfoque en la alineación con las políticas de género existentes y los compromisos internacionales, incluyendo Desarrollo Sostenible Meta 5 y Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, puede apoyar la integración de consideraciones de género en los procesos del PAN. Revisar la implementación de políticas para comprender qué tan efectivas fueron para promover la igualdad de género puede ayudar a garantizar que se aplique el aprendizaje y que no se repitan los errores. 

Es necesario incluir una variedad de actores en la adaptación al cambio climático: diferentes sectores están involucrados en diferentes niveles de planificación, todos con diferentes presupuestos y procesos de toma de decisiones. Aplicar una perspectiva de género a este proceso agrega otra capa de complejidad al proceso del PNAD. Sin embargo, se ha descubierto que los programas y proyectos de desarrollo que no toman en cuenta el género son menos efectivos y menos sostenibles. Lo mismo se aplica a la acción climática.

Los principios rectores de los PAN exigen que el proceso sea sensible al género y considere a las comunidades y grupos vulnerables. Si un país no llega a las personas más vulnerables con sus inversiones en adaptación, entonces no se están cumpliendo las ambiciones y los objetivos de los PAN.