Un Perú Climáticamente Responsable: Una fuerza para la recuperación y el crecimiento

por Víctor Santillán, Especialista en Comunicaciones, Dirección General de Cambio Climático y Desertificación del Ministerio del Ambiente, Perú

¿Te imaginas un país que brinde servicios sostenibles y resilientes, servicios de salud adecuados a la variabilidad climática, educación que nos conecte con el medio ambiente, infraestructura agrícola que utilice eficientemente las lluvias, ciudades resilientes que utilicen energía limpia y ciudadanos y pueblos preparados para eventos climáticos extremos? ? El país que imaginas es el país que los peruanos estamos construyendo en torno a una idea principal: ser un país climáticamente responsable.

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En febrero, marzo y abril de este año, los efectos de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) demostraron que el Perú es un país con infraestructura vulnerable a eventos climáticos extremos. El evento climático resultó en: 114 muertes; 185,873 personas que perdieron sus viviendas; 1,081,893 personas que sufrieron algún daño vinculado a inundaciones o daños por agua; 242,433 viviendas dañadas; 2,150 escuelas perdidas; 549 puentes destruidos; 6,477 kilómetros de vías perdidas; 60,400 hectáreas de cultivos y 45,333 canales de agua destruidos [1]. Los números no mienten: en Perú, los eventos relacionados con fenómenos climáticos desencadenan el 67 por ciento de los desastres registrados en el territorio nacional, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Por eso, ahora es el momento de invertir en la reconstrucción del país. También es el momento de cambiar el enfoque del país hacia la inversión eficiente, reduciendo o evitando los costos futuros de rehabilitación, reconstrucción y reparación.

Soñamos con un nuevo país después de haber sido duramente golpeados por nuestra falta de preparación adecuada y desarrollo de resiliencia. ¿Qué debemos hacer para transformar nuestro desarrollo? ¿Cómo llegamos al Perú que imaginamos?

Ciudadano peruano observando los daños causados ​​por el desastre. Foto: Renzo Velásquez Bernal/ PNUD Perú

Nuestro sueño depende de la implementación de acciones concretas para adaptarnos al cambio climático, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y preservar/aumentar nuestras reservas de carbono. Para alcanzar estas metas, Perú prepara la implementación de sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) para la adaptación y mitigación al cambio climático, para promover un futuro resiliente al clima y bajo en carbono.

El cambio climático está aquí y no podemos negar sus impactos: dicen los expertos que 5.5 millones de peruanos están expuestos a lluvias muy intensas; 2.6 millones a períodos de sequía; y 5.6 millones a períodos extremadamente fríos [2]. En términos económicos, un estudio revela que en Perú la pérdida estimada debido a las consecuencias del cambio climático será de USD 30 mil millones por año hasta 2025—4.5 por ciento del PIB combinado de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.

En este escenario, la adaptación es una prioridad: por cada PEN (moneda peruana, nueve soles, que equivale a USD 1) invertido en la preparación para el cambio climático, ahorraremos PEN 0.30 (USD 10) en impactos de desastres evitados [3]. Una buena planificación y un uso eficiente de los recursos minimizarán los impactos negativos y permitirán que la sociedad y el sector privado aprovechen las oportunidades.

Elsa Patricia Galarza Contreras, Ministra de Medio Ambiente de Perú, explica a la prensa la respuesta del Gobierno de Perú para ayudar a los afectados por las inundaciones.

En ese contexto, el Plan Nacional de Adaptación (PNA), en el marco de la NDC, marca un hito histórico en la gestión del cambio climático en el Perú, presentando oportunidades de diversificación y competitividad productiva, y haciéndonos más capaces de cumplir compromisos internacionales como la implementación de el Acuerdo de París.

En el mismo espíritu, a través del PAN, nuestro componente de adaptación NDC propone prepararnos para los efectos del cambio climático en cinco áreas prioritarias: agua, agricultura, pesca y acuicultura, bosques y salud. Se trata de trascender nuestras propias limitaciones y mostrar que todos los actores pueden y deben trabajar juntos para resolver estos desafíos económicos, sociales e incluso morales creados por el cambio climático. Podemos lograr un Perú moderno, sostenible y resiliente al clima para las generaciones presentes y futuras; podemos lograr el país que imaginamos.

Asumir nuestra responsabilidad específica frente al cambio climático es el primer paso. Asumir esta responsabilidad significa emplear buenas prácticas de siembra agrícola y captación de agua, utilizar transporte sustentable, invertir en infraestructura con criterios de riesgo climático, promover políticas públicas de consumo responsable y sustentabilidad, invertir en empresas comprometidas con la reducción de GEI, y también informarse y compartir información. Hoy soñamos con un nuevo país, para recuperarse y crecer como un grupo de trabajo de acción climática.

Referencias y lecturas adicionales

[1] Centro Nacional de Operaciones de Emergencia. (2017). Boletín de Emergencia. Obtenido de https://www.mindef.gob.pe/informacion/documentos/BOLETIN%20INFORMATIVO%20N%20145.pdf.pdf

[2] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (2014). Cambio climático y territorio: En busca de la sostenibilidad para el desarrollo humano en el Perú. (Lima, Perú). Obtenido de https://goo.gl/kpnPRF

[3] Tercera Comunicación Nacional de Perú sobre Cambio Climático. (2016). Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Obtenido de http://unfccc.int/essential_background/library/items/3599.php?rec=j&priref=7846#beg 


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